¿Sabías que éstas enfermedades pueden afectar tu fertilidad y embarazo?

Clamidia y Gonorrea

Tal vez creas que si contraes ITS como la clamidia o la gonorrea, lo sabrías; pero no tiene por qué ser así. Por ejemplo, la clamidia es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes y suele ser asintomática, sobre todo en las mujeres. Sin embargo, se cree que de un 15 a un 20 % de la población sexualmente activa podría estar infectada, y se calcula que del 10 a 40 % de las mujeres con clamidia no tratada desarrolla la enfermedad inflamatoria pélvica. En las mujeres, si no se trata pronto, la enfermedad puede extenderse a las trompas de Falopio y causar su obstrucción, que a su vez puede provocar infertilidad o un embarazo extrauterino. En los hombres, la clamidia no tratada puede causar daños en los conductos que transporta el esperma dentro de los testículos, lo que puede provocar su obstrucción y, por lo tanto, infertilidad.

La gonorrea es muy contagiosa; el sexo sin protección con una pareja infectada la transmite en el 90% de los casos.

Hay el doble de hombres infectados que de mujeres. Como en el caso de la clamidia, esta enfermedad bacteriana suele ser asintomática, aunque puede producir un flujo vaginal desagradable y dolor abdominal y urinario. La gonorrea no tratada puede causar la enfermedad inflamatoria pélvica y la obstrucción de las trompas de Falopio. Los hombres presentan supuración, dolor abdominal y fiebre alta.

Hipotiroidismo

La glándula tiroides, situada en la zona central inferior del cuello, debajo de la glotis, segrega hormonas que son esenciales para la regulación de las funciones fisiológicas y metabólicas del organismo, incluidas las que forman parte de la reproducción. Los problemas de tiroides afectan aproximadamente al 5 % de las mujeres, la mitad de las cuales sufren de hipotiroidismo, mientras que la otra mitad sufre de hipertiroidismo.

¿El hipotiroidismo afecta la fertilidad?

Esta enfermedad representa un gran problema relacionándose con temas de fertilidad e incluso puede causar anovulación (no se emiten óvulos), deficiencia de la fase lútea, e hiperprolactinemia (niveles excesivos de la hormona prolactina).

Puede producirse porque la glándula tiroides no segrega una cantidad suficiente de la hormona tiroxina porque el mecanismo de reacción que da instrucciones a la glándula para que segregue más tiroxina no funciona de forma adecuada, o porque el cuerpo no puede utilizar la hormona de modo correcto. El hipotiroidismo también puede ser causado por una afección autoinmune en la que el organismo produce anticuerpos que atacan a su propio tejido, en este caso a la propia glándula tiroides.

Estos afectan la capacidad de la tiroides para segregar hormonas, lo que supone un obstáculo para la fertilidad y aumenta el riesgo de aborto una vez que la mujer está embarazada.

Los trastornos de tiroides se diagnostican a menudo con un simple análisis de sangre, y el tratamiento suele consistir en la medicación junto con una dieta y estilo de vida sanos. Tu médico te aconsejará sobre la regulación de la dosis mientras intentas quedar embarazada y una vez que hayas concebido. La dieta y el estilo de vida pueden ayudar a reducir los efectos del hipotiroidismo, si no se diagnostican o no se tratan, tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo aumentan el riesgo de aborto, además de afectar la fertilidad.

Efectos del lupus en el embarazo

El lupus, o lupus eritematoso sistémico (LES), es una enfermedad autoinmune que causa inflamación y daños en diversos tejidos del organismo, provocando dolor o inflamación de las articulaciones y erupciones cutáneas, entre otros síntomas. El tratamiento consiste a menudo en la toma de corticosteroides, por lo que el asesoramiento y la planificación del embarazo son muy importantes. Lo ideal sería estar libre de síntomas y no tomar medicaciones durante seis meses antes de concebir. Las mujeres que sufren de lupus tienen mayor riesgo de aborto, en particular las que han dado positivo en la prueba de anticuerpos antifosfolípidos (AFA) o anticuerpos antinucleares (ANA). Por fortuna, con un diagnóstico correcto, y aunque el embarazo se considera de alto riesgo, hoy en día la mayoría de estas mujeres lleva la gestación a término sin problemas.

Una atención frecuente y una buena nutrición durante el embarazo son esenciales porque las enfermas de lupus tienen más probabilidades de desarrollar hipertensión, diabetes y complicaciones renales. Algunas mujeres pueden experimentar un rebrote de leve a moderado durante el embarazo o después de este, por eso es mi importante contar con el seguimiento de un especialista durante la gestación para poder detectar y tratar las complicaciones cuanto antes.

Diabetes y fertilidad

La diabetes de tipo 1 se desarrolla si el organismo es incapaz de segregar insulina y suele manifestarse antes de los 40 años. La diabetes de tipo 2 se produce cuando el organismo puede segregar insulina aunque no lo suficiente, cuando la insulina que segrega no es efectiva a menudo se relaciona con el sobrepeso y tiende a desarrollarse en personas mayores de 40 años. Tanto si tienes diabetes del tipo 1 como del tipo 2, y tanto si eres insulinodependiente como si no, si controlas bien tu afección, tu fertilidad no se verá afectada. Sin embargo, si tu diabetes está mal controlada y con frecuencia tienes altos niveles de glucosa en la sangre, tu ovulación puede verse afectada y resultará á difícil quedar embarazada.

Las diabéticas tienen más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, abortos o tener un bebé con graves anomalías congénitas, como defectos cardíacos y del tubo neural. Por lo tanto, es fundamental que se controlen los niveles de azúcar en sangre, comiendo los alimentos adecuados, tomando un multivitamínico prenatal de origen natural que aporte 800 mcg de folato.

Soy Dew Navarrete y para conocer más información relacionada a estos temas te invito a visitar mi sitio web, donde encontrarás contenidos de tu interés.

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