¿Que tanto afecta el factor psicológico a mi fertilidad?

¿Qué es la infertilidad psicológica?

La infertilidad psicológica o también conocida como, infertilidad psicógena, hace referencia al caso en la que una pareja es apta para concebir (al no ser detectada ninguna causa orgánica), sin embargo, a la hora de los hechos, no se logran los resultados esperados. 

Un conflicto psicológico latente siempre subyace en las quejas de infertilidad. A menudo, los problemas de infertilidad se relacionan a una fuerte carga emocional que no se ha sabido manejar, como por ejemplo, conflictos personales, familiares y/o de pareja, miedos, bloqueos o estrés. Estos problemas pueden causar irregularidades en la menstruación, dando lugar a interferencias en la transportación de óvulos, alteraciones en el fluido uterino, disminución en el volumen o en la concentración de espermatozoides, entre otros.

Las mujeres que padecen de infertilidad, a veces suelen estar más ansiosas o insatisfechas con ellas mismas y con su estilo de vida. También, el estrés es lo suficientemente grave como para provocar infertilidad.

Muchas veces, las parejas con problemas de infertilidad, tienen problemas afectivos o de comunicación. Mujeres que han tenido uno o varios abortos espontáneos relacionados a problemas de inseguridades o se sienten desprotegidas por parte de su pareja, despidos injustos de trabajo, la muerte de un ser querido, o la relación en un entorno familiar que envía mensajes negativos sobre la capacidad de criar un hijo, como por ejemplo “No entiendo como podrías ser madre, siempre haz sido muy descuidada”, o “Si llegaras a tener un hijo, lo terminaré cuidando yo, porque tu eres incapaz de tener responsabilidades”.

Es muy importante detectar qué hay detrás de los problemas que te están causando no poder embarazarte, recuerda bien que somos un ser integral, y hay que aceptar que somos una unión mente -cuerpo.

Los factores psicológicos representan un papel trascendente para concebir. Nosotros los seres humanos, vivimos diversas emociones difíciles que todavía no hemos sido capaces de analizar o descifrar en su totalidad, emociones que pueden perjudicar ese punto tan profundo de nuestra femineidad o masculinidad, haciéndonos dudar sobre nuestra propia sexualidad, sobre nuestra imagen, y nuestra valía.

El constante fracaso en querer tener un hijo, no sólo provoca frustración por el no cumplimiento del deseo y las expectativas de paternidad, sino que también supone una alteración del plan de vida que se tenía trazado, por lo que, de alguna manera supone un desafío a ese proyecto de vida.

Por todas estas cuestiones, parece natural que quienes se ven sorprendidos por la situación de infertilidad se encuentren confundidos y experimenten, al menos, una sensación de desconcierto, ya que han de asimilar todo lo que les está ocurriendo y posicionarse ante las nuevas y distintas condiciones de su situación.

Ser positiva, significa estar más sana, no te dejes llevar por las críticas y presiones sociales, recuerda tomar en cuenta el programa mente-cuerpo que te compartí en una de mis notas anteriores, debes estar consciente de que esto es difícil, pero no imposible, ya que con un buen apoyo terapéutico, podrás detectar que es lo que está influyendo en tu capacidad para quedar embarazada.

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