En el primer trimestre de embarazo es normal la presencia de náuseas y vómitos, sobre todo, durante las primeras horas de la mañana. Se piensa que la causa de estos síntomas del embarazo, son una rápida elevación de los niveles de la hormona gonadotropina coriónica huamana (hCG), secretada por la placenta. Sin embargo, cuando estas náuseas son muy fuertes y persistentes, ya no se considera algo normal y puede tratarse de una hiperemesis gravídica.

Síntomas
Es un síndrome caracterizado por los vómitos severos, mareos y/o desmayos, los vómitos pueden ocurrir incluso aunque no se haya comido nada. El cuadro sintomático suele iniciarse cerca de la cuarta semana de gestación, y como ocurre con las náuseas normales, puede mejorar una vez se entra en el tercer mes de embarazo. En un 40% de los casos las molestias se prolongan, y en otras ocasiones pueden volver durante el tercer trimestre o durar todo el embarazo.
La hiperemesis puede provocar problemas de salud en la madre, como pérdida de peso, alteración del equilibrio hidroelectrolítico originando deshidratación, y desequilibrios nutricionales y metabólicos en el feto. En casos graves el bebé puede tener bajo peso al nacer o requerir que se adelante el parto.

Factores de riesgo
Hay diversos factores que aumentan las posibilidades de padecer hiperemesis gravídica:
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Embarazo múltiple.
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Embarazo en mujeres menores de 20 años.
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Mantener una alimentación hipercalórica, con excesiva ingesta de grasas saturadas multiplica por cinco el riesgo de sufrir este trastorno por cada 15 gramos de grasa consumida.
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Tener sobrepeso.
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Antecedentes de hiperemesis gravídica en un embarazo previo.
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El trastorno puede empeorar si se sufre de estrés o ansiedad durante la gestación.
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Niveles altos de hCG y tiroxina, hormona segregada por la glándula tiroidea.
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Infección estomacal por helicobacter pylori.
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Asma sin tratar.
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Epilepsia.
Diagnóstico y tratamiento
El médico primero hará una inspección física general. Suele presentarse una tensión baja y las pulsaciones pueden ser altas.
Para confirmar la deshidratación se lleva a cabo un análisis de orina para evaluar el nivel de hematocritos o glóbulos rojos, y otro de sangre para saber si se han acumulado cetonas en la orina, esto ocurre cuando el cuerpo descompone las grasas y ácidos grasos para obtener energía. Es más probable que suceda cuando el organismo no dispone de suficiente azúcar.
Posiblemente, el médico proceda con otras pruebas para descartar problemas gastrointestinales y hepáticos, y también llevará a cabo una ecografía por si existiese un embarazo gemelar o una mola hidatiforme.
Para tratar la afección es imprescindible tomar mucho líquido, especialmente en los momentos del día en los que se tienen menos náuseas. Ingerir poca comida y frecuentemente, principalmente alimentos secos y sólidos. Si los síntomas son muy intensos y existe riesgo para la madre o el feto, puede requerirse hospitalización para recibir hidratación y medicación antiespasmódica por vía intravenosa.