La población en México de personas con diabetes fluctúa entre los 6.5 y los 10 millones (prevalencia nacional de 10.7% en personas entre 20 y 69 años). De este gran total, 2 millones de personas no han sido diagnosticadas. En la frontera entre México y Estados Unidos, la prevalencia de diabetes es de 15% y según los últimos informes de la OMS, aproximadamente 200 millones de personas en el mundo padecen de diabetes.
¿Cómo afecta la diabetes a la fertilidad?
En cuanto a la fertilidad, la diabetes mal controlada, que condiciona una hiperglucemia sostenida en el tiempo es la principal causa que desencadena la aparición de otros factores que dificultan que una mujer pueda quedarse embarazada.
Sin embargo, las mujeres con diabetes, controladas y tratadas correctamente, tienen una fertilidad normal y pueden llevar un embarazo normal.
El hombre con diabetes mal controlada puede presentar daño testicular, con disminución de la calidad y cantidad del esperma, falta de libido, trastornos de la eyaculación y disfunción eréctil, insuficiente secreción de hormonas sexuales o andrógenos, eyaculación retrógrada y daño en el ADN de los espermatozoides. Los niveles altos de glucosa afectan a la circulación de la sangre y pueden producir daños en los vasos sanguíneos y por tanto dificultar la erección. En muchas ocasiones, la dificultad para alcanzar la erección o mantenerla durante las relaciones sexuales es el primer síntoma de la diabetes.
Estas alteraciones son producidas por los cambios metabólicos o secundarios a complicaciones neuropáticas/vasculares que aparecen como complicaciones crónicas de la diabetes no controlada.
De igual manera, el hombre con diabetes con un adecuado control tiene menor probabilidad de presentar factores que produzcan infertilidad.
Por lo tanto, debemos recordar que un excelente control de la diabetes baja la probabilidad de presentar alteraciones de la fertilidad femenina y masculina, por lo que las recomendaciones coinciden con llevar un estilo de vida activo, y dieta saludable.
Recomendaciones para mejorar la fertilidad de la mujer con diabetes:
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Mantener un peso adecuado. (IMC<25)
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Monitorear los niveles de glucosa, regularmente.
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Si se estáplanificando un embarazo, la glucosa en sangre debe estar entre 80-100 mg/dL en ayunas y antes de las comidas; y 1 o 2 horas después de comer, debe estar entre 120-140 mg/dL. La hemoglobina glicosilada debe encontrarse en un rango de excelente control.
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Ejercicio físico regular.
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Vigilar la dieta. Las cantidades deben ser determinadas por el médico Endocrinólogo, quien recomendará una ingestión calórica adecuada.
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Evitar tabaco, alcohol y drogas.
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Acudir a la consulta de Endocrinología y de Ginecología, con la finalidad de realizar todas evaluaciones necesarias para asegurar las mejores condiciones de salud para lograr la gestación.
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También se evaluará la medicación recibida, y si es necesario, se realizarán cambios con el objetivo de quitar aquellos fármacos incompatibles con un posible embarazo, y se hará indicación de suplementos recomendados, como el folato.
Recomendaciones para mejorar la fertilidad del hombre con diabetes:
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Mantener un peso adecuado.
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Monitorear los niveles de glucosa, regularmente.
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Ejercicio físico regular.
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Evitar tabaco, alcohol y drogas.
Riesgo para los hijos:
La transmisión de la diabetes de los padres a los hijos es más probable en la de tipo 2, sobre todo si la padece la madre. Se supone que la diabetes tipo 1 se desarrolla con más frecuencia en personas que han heredado factores de riesgo, tanto genéticos como no genéticos o epigenéticos de ambos progenitores. Algunas anomalías del ADN mitocondrial, sólo transmisibles por la madre, pueden causar diabetes en las futuras generaciones.
A lo largo de la formación de los espermatozoides a partir de sus células precursoras ocurren importantes cambios en determinados genes, conocidos bajo el nombre de evolución epigenética.
Estos procesos no alteran la propia secuencia de los genes, pero añaden factores, no hereditarios, que determinan a qué punto el gen será activo o reprimido en diferentes tipos de células.
En cada espermatozoide, el conjunto de estos fenómenos, llamados impronta genética, es importante para que el embrión que resulta de la fecundación con el espermatozoide pueda desarrollarse normalmente.
Anomalías de la impronta genética generalmente no impiden la fecundación, pero causan fallos de implantación, abortos espontáneos o anomalías de los niños nacidos.
El análisis de la impronta en el ADN libre proveniente de los testículos brinda información sobre eventuales riesgos de este tipo.