
Las mujeres sienten diferentes necesidades de sueño en el embarazo, independientemente de cuáles fuesen sus hábitos en el sueño antes de estar embarazadas.
El sueño en cada trimestre del embarazo
Durante el embarazo los sueños se vuelven más realistas y también es posible que por las diferentes preocupaciones, el número de pesadillas se vea aumentado. En los nueve meses de embarazo el sueño requerido por la embarazada cambia, estas variaciones en el hábito del sueño se pueden dividir en los tres trimestres del embarazo.

Primer trimestre: aumenta de forma considerable la necesidad de dormir de la mujer, además se acompaña de un estado de somnolencia y cansancio. Esto es debido al aumento de la hormona progesterona (sus niveles se triplican en el embarazo) que provoca un efecto sedante sobre el cerebro.
Segundo trimestre: disminuye la necesidad de dormir continuamente, pero es habitual que el sueño sea interrumpido por la necesidad de orinar con frecuencia. A pesar de esto, es el periodo con el sueño más favorable en el embarazo.
Tercer trimestre: aumenta el insomnio y es difícil conciliar el sueño. La continua necesidad de orinar, el gran tamaño de la barriga y los movimientos del feto son las principales razones que dificultan el sueño. Aunque también hay que añadir la preocupación y el estrés que se puede sufrir por ejemplo miedo al parto, la preocupación por la salud del futuro bebé y el gran cambio que supone el nacimiento de un niño. Es por esto último que se aconseja te prepares con tiempo para evitar que estos sentimientos de miedo y preocupación estén latentes.
Recomendaciones para favorecer el sueño

El primero es que descanses cuando puedas. Te esperan unos meses tal vez complicados con el bebé en casa. Además, conviene ir al baño justo antes de acostarse, así la necesidad de orinar tardará un poco más en despertarnos.
Duerme sobre el lado izquierdo para no presionar la vena cava y favorecer la irrigación, oxigenación del útero materno y llegada de nutrientes al bebé.
Hay que cenar al menos dos horas antes de ir a la cama, y hacer cenas ligeras y saludables, especialmente en el tercer trimestre, cuando aumentan los problemas de acidez e indigestión.
No hay que tomar café de noche, aunque en realidad la conveniencia de consumir esta bebida es bastante cuestionada durante toda la gestación, en cualquier momento del día.

Haz ejercicio por las tardes, de modo que el cansancio favorezca un sueño más profundo.
Ayúdate de cojines y almohadas cómodos para encontrar la posición.
Desconecta una hora antes de iniciar el descanso, deja el trabajo y realiza una actividad que te relaje como ver la televisión, leer, meditar, practicar hipnosis para el parto.
Toma un baño relajante, lee o escucha música suave antes de dormir para favorecer el descanso en las etapas más difíciles del embarazo.
Conscientes de que seguir muchos de estos consejos se complica si ya tenemos uno o más hijos, en cualquier caso hay que intentarlo y buscar la ayuda y la comprensión necesaria de nuestro entorno cercano para que nos facilite, por ejemplo, el que podamos hacer ejercicio, o relajarnos en un momento dado.
Posturas adecuadas para las embarazadas
Dormir sobre cualquier lado es beneficioso ya que facilita el riego sanguíneo hacia el feto, útero y el resto de órganos y alivia el dolor de espalda. Algunos médicos piensan que dormir sobre el costado izquierdo es mejor porque evita que el útero se apoye en el hígado, que se encuentra en la parte derecha del abdomen.
Durante el sueño es habitual girarse o moverse en la cama, el cambio de posición es normal y no es necesario preocuparse en exceso por esto. Además durante el tercer trimestre cada vez es más difícil moverse y si en algún caso se terminase boca arriba el peso del bebé sobre la vena cava inferior resulta muy incómodo y terminaría por despertarte.